El Nevado Salkantay, también conocido como Apu Salkantay, tiene una altura de 6.271 metros sobre el nivel del mar, lo que lo convierte en la montaña más alta de la cordillera de Vilcabamba, en Cusco, Perú.

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Altura de los nevados que se encuentran en el Salkantay
El nevado Salkantay es el pico más alto de la Cordillera Vilcabamba, en los Andes peruanos, y está rodeado de varios nevados más pequeños. A continuación se presenta una lista de algunos de los nevados que bordean al Salkantay con sus respectivas altitudes:
- Nevado Salkantay – 6,271 metros sobre el nivel del mar
- Nevado Humantay – 5,917 metros sobre el nivel del mar
- Nevado Tucarhuay – 5,910 metros sobre el nivel del mar
- Nevado Pumasillo – 5,991 metros sobre el nivel del mar
- Nevado Yanama – 5,530 metros sobre el nivel del mar
- Nevado Veronica – 5,682 metros sobre el nivel del mar
Salkantay para los incas
El Salkantay era considerado como una deidad importante en la cosmovisión inca, ya que se creía que era la montaña sagrada que protegía a la región y controlaba el clima. Era adorado como un Apu (espíritu protector de las montañas) y se le atribuían poderes de fertilidad y abundancia. Además, era parte de un sistema de rutas sagradas que conectaban importantes centros ceremoniales y ciudades del Imperio Inca. Actualmente, la montaña Salkantay es un destino popular para los turistas que buscan hacer trekking y senderismo en la región de Cusco, Perú.
Altura de todos los nevados del Cusco
- Ausangate – Altura: 6,384 metros
- Salcantay – Altura: 6,271 metros
- Salkantay Este – Altura: 6,100 metros
- Tres Picos – Altura: 5,597 metros
- Chicón – Altura: 5,530 metros
- Verónica – Altura: 5,682 metros
- Pitusiray – Altura: 5,557 metros
Salkantay historia
El nevado Salkantay, que significa «Montaña Salvaje» en quechua, es una montaña sagrada para los incas y es uno de los picos más altos de la Cordillera de Vilcabamba en la región de Cusco, Perú. A lo largo de la historia, esta montaña ha tenido una gran importancia cultural y religiosa para los pueblos indígenas de la zona.
Durante la época incaica, el Salkantay era considerado una montaña sagrada y se le atribuía poderes divinos. Según la mitología incaica, el Salkantay era uno de los protectores del Cusco y se le consideraba un apu, una deidad protectora de la naturaleza. Además, se creía que era un lugar de sacrificios humanos en honor a los dioses incas.
Después de la llegada de los españoles en el siglo XVI, la importancia religiosa del Salkantay disminuyó, pero la montaña continuó siendo una referencia cultural y geográfica para los habitantes de la región.